Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2023

Cuando la Tierra dejó de rotar

Científicos lo advirtieron alrededor del año 2091. La velocidad de rotación empezó a disminuir de una manera imperceptible al principio, pero fue escalando en pocos años. Dijeron que el exceso de carbono, de gases y de metales en la atmósfera modificó el balance de las partículas magnéticas en los polos, y ambas situaciones fueron empeorando en un círculo mortal.  Notamos que los días empezaron a alargarse cuando las horas de luz no entraban en el reloj y de a poco los cuerpos fueron sintiendo la fatiga de los días más extensos. También las noches fueron alargando el oscuro descanso hasta que ya no era posible dormir todas sus horas. Entonces los ánimos empezaron a alterarse, cambiaron los hábitos, surgieron nuevos espantos.  Empezamos a preguntarnos qué iba a pasar cuando la rotación se detuviera por completo. ¿Significaba eso que la mitad de la Tierra nunca más vería la luz del sol? Me daba escalofríos imaginar la penumbra del espacio helado sepultando bajo gris muerte a med...

Voces y vicios

25 de septiembre de 1953, Theobald, Santa Fe Mi nombre es Alan Tomás Piedrabuena y escribo estas líneas para liberar mis sentimientos. Si alguna vez ojos curiosos llegan a toparse con ellas, le ruego a Dios que entenderán lo que sufrí en mi terrible existencia.  Perseguido por un cielo de demonios exploro los rincones, los tarros y las hendijas. Destapo botellas y huelo con suspicacia, quiero encontrar lo que no he perdido. Las venas se me llenaron de rojo vino y mis pulmones, con gris escarcha, pinchan la espalda que los protege. La garganta se me entubó para tragar humos sin sabores, y hasta los músculos cansados me piden que los use y los agote.  Adentro mío no estoy solo, ¿cómo podría quedarme quieto? El impulso que más me vence es el de la carne con sus deseos morbosos. El Patañjali me lo enseñó, leí los Sutras, el Bahavad, la Biblia, y tantos otros textos sagrados. Mi mente entiende la bondad absoluta y mi pecho henchido se llena de gracia cuando siento que corre en mis ...

La no lección

Navegaba el muchacho Pividal por las aguas binarias del milagro que es Internet. Comparaba precios, anotaba direcciones, y tipeaba quinientas veces diferentes combinaciones de palabras tratando de mejorar los resultados del algoritmo. Ya que la cubierta de rueda que se le había roto del monopatín eléctrico costaba una fortuna tenía que asegurarse de dar con el lugar y el modelo específico.  De las opciones que desgranó se quedó con tres locales donde vendían el repuesto y se tomó el colectivo a Warnes para hacer las averiguaciones finales y cerrar la compra.  Bajó del colectivo después de cuarenta minutos dentro del apretón humano sofocante y  absorbiendo los vahos de esa fogosa tarde de enero. Caminó las cuadras más largas que hay hoy día en su memoria. Entró en el primer lugar anotado en su cuaderno anti lagunas mentales y preguntó por el repuesto. “Veinticinco mil pesos” contestó un hombre robusto y pelado al otro lado del mostrador. El número desconcertó al muchacho P...

Receta para un buen mate

El siguiente apartado nos remite a la historia de Isidoro Nieto Velázquez, hoy muerto y enterrado en el legendario cementerio de Chacarita. Pasó sus primeros veinticuatro años en libertad y los últimos dieciséis en el hospital psiquiátrico Open Door, donde perdió la vida en una extraña situación. Lo encontraron sólo, en su pequeño cuarto sin ventanas. No había sangre ni signos de violencia. Cuentan los guardias que el cuerpo, recostado en la cama como si gozara el sueño eterno, brillaba con luz gloriosa, y alguno que otro asegura por lo bajo que sonaba una melodía celestial en algún rincón de la habitación.  Isidoro fue a la escuela Normal 701 de la ciudad de San Miguel. Mal alumno siempre, un desconocido que hoy nadie recuerda. Sus compañeros y maestros apenas recolectan vagas memorias de su cara cuando ven las fotos de esos años. Terminó a duras penas el secundario y se fue a trabajar al taller de motos de su papá, ubicado frente a la plaza de la ciudad. Pero no era hábil con las...